Cáñamo

El cáñamo y la marihuana, dos plantas que pueden dar lugar a confusión, pues aunque pertenecen al mismo género, las diferencias tanto a nivel morfológico, como en la composición de sus principios activos, han hecho que estas dos caras de la misma moneda tengan usos muy diferentes.
Estas diferencias, se han ido acentuando a través de cientos de años de selección y domesticación, ya que mientras el cáñamo se ha cultivado y moldeado con el fin de obtener materias primas (semillas, aceite, fibra, celulosa…), en el caso de la marihuana se ha buscado potenciar su efecto psicoactivo y su cultivo y selección se han enfocado sobretodo en incrementar los niveles de THC.
Antes de la llamada “Ola del CBD”, era muy fácil distinguir a estas dos variedades a través de un análisis de la composición de cannabinoides, pues mientras la marihuana poseía unos altos niveles de THC y un bajo porcentaje de CBD, en el caso del cáñamo sucedía lo contrario. Sin embargo, desde que las nuevas variedades de marihuana ricas en CBD han irrumpido en el mercado, este ha dejado de ser un rasgo distintivo, pues ya existen genéticas de marihuana como la Dinamed, con unos altos niveles de CBD (hasta un 14%) y muy poco THC (por debajo del 0,5 %), y sin embargo no se las puede considerar variedades de cáñamo.

Variedades de cáñamo cultivadas para la obtención de fibra:
– Plantas altas (de 2 a 5 metros) de tallo muy largo con grandes espacios internodales
– Poca ramificación Interior del tallo hueco o poco leñoso
– Cultivo muy denso (poco espacio entre una planta y la otra)

Variedades de cáñamo cultivadas para la obtención de semillas:
– El cáñamo que se cultiva con este fin, se parece a la marihuana pero presenta una menor ramificación y menos flores. Se cultiva también con un alto grado de densidad.
Las variedades con fines de extracción de aceite y celulosas o bases de materiales leñosos:
– Las genéticas cultivadas con este fin se caracterizan por tener un tallo más denso.

El cáñamo se cultiva en general con un grado muy alto de densidad, es decir, las plantas crecen muy cerca unas de otras, son plantas muy poco ramificadas y por tanto el resultado son campos muy espesos. En cambio en el cultivo de la marihuana se deja más espacio entre plantas para que se puedan desarrollar correctamente, la marihuana tiene más ramificación lateral y unas flores más abundantes y voluminosas.

En el cultivo de la marihuana, normalmente se eliminan las plantas con órganos masculinos para evitar la polinización, pues en la mayoría de los casos lo que se busca es obtener la flor sin semilla. Al no ser polinizadas, las plantas de marihuana continúan produciendo grandes racimos florales, los cogollos sin semilla tan cotizados que se utilizan tanto para fines medicinales como recreativos.
En cambio en el cultivo del cáñamo se permite la polinización de las plantas hembra, con el objetivo de que estas produzcan semilla, pues es uno de las productos que más se aprovecha de esta planta.
Una polinización accidental entre plantas de cáñamo y marihuana, da siempre como resultado, una reducción de la potencia de la marihuana (a nivel psicoactivo).

El cáñamo como producto alimentario:
Las semillas y el aceite de cáñamo no solamente son aptas para el consumo sino que poseen un alto valor nutritivo. De hecho, el aceite de cáñamo, es rico en ácidos grasos poliinsaturados, especialmente en ácido linoleico (Omega-6) y ácido alfa-linoleico (Omega-3). Dos ácidos grasos que han demostrado tener propiedades muy beneficiosas para el organismo. Además, las semillas y el aceite de cáñamo también contienen ácido gamma-linoleico, que se utiliza para el tratamiento de dolencias como la neurodermatitis, la artritis y el síndrome premenstrual.

El cáñamo como elemento base en la producción industrial:
– Igual que el aceite de las semillas de lino o el de la semilla de algodón, el aceite de semilla de cáñamo, puede ser procesado en innumerables productos como biodiesel, jabón, cosméticos, pinturas y barnices.

El cáñamo para elaborar celulosa y plástico biodegradable:
– Utilizando el centro leñoso de los tallos y las cortezas del cáñamo se puede fabricar papel y plástico biodegradable. El hecho de que sea un material renovable y respetuoso con el medio ambiente lo hace muy atractivo y competitivo, en especial por el grave problema ecológico que el plástico está causando en el planeta.

La fibra del cáñamo:
– La resistente fibra natural de los tallos, puede ser la base de productos textiles, ropa, lienzos, cuerda y materiales de construcción reciclables y biodegradables. La resistencia y durabilidad de la fibra de cáñamo no puede ser igualada por ninguna otra fibra natural. La cuerda y lienzo (canvas), de cáñamo, ha sido utilizada desde hace miles de años en todo tipo de barcos por su durabilidad y resistencia al deterioro que produce la sal del agua marina.
Hoy en día, los productos textiles de fibra de cáñamo son considerados una alternativa respetuosa con el medio ambiente en comparación con el algodón, pues este necesita una gran cantidad de pesticidas y demás productos tóxicos). Debido a su porosidad y poder de absorción, los tejidos hechos a partir del cáñamo se tiñen con facilidad y son compatibles con tintes naturales basados en plantas y minerales. Grandes fabricantes como la conocida marca deportiva Nike han tenido mucho éxito con su línea de productos textiles de cáñamo.
Las fibras naturales en los materiales compuestos también le están comiendo terreno a las sintéticas, especialmente en el sector del automóvil, ya que ofrecen el mismo rendimiento y una mayor resistencia al impacto. La industria aeroespacial también ha puesto sus ojos en los materiales compuestos con fibras naturales, debido a su baja toxicidad en caso de incendio.

Uso medicinal del cannabis:
Muchos son los estudios científicos que avalan las propiedades medicinales del cannabis. Ya nuestros ancestros utilizaban esta planta para tratar múltiples dolencias y, hoy en día, ha demostrados ser muy efectiva para el tratamiento de varias enfermedades como la epilepsia, las enfermedades neurodegenerativas e incluso el autismo